Un alma altanera comparte mi sentimiento y mi espacio. Su naturaleza no es diferente a la mia, pero si su manera de actuar.
"¡Destino justo para un reo pecador!", escuche al partir de la sala juzgadora. Lógico imparcialidad redundaba en el murmullo general. Sentí como sus palabras se marcaban en mi piel. A nadie le interesaba la verdad, solo el morbo de ver al indigno es su miseria. Comunicadores daban a conocer la noticia, pocos sabrán la causa, pero muchos conocerán mi nuevo camino. Es una gran noticia, lo se. Pero no lo acepto, mi redención es inpropia de una persona como yo, pero en instantes se conocerán mis memorias. Sabrán con quien han tratado realmente...
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