La soledad a veces se siente, otras veces se la confunde con una parodia de esta realidad absurda. Pero me queda claro que está ahí...presente, esperando una oportunidad de distracción para golpearnos a la puerta y hacernos sentir que el silencio nos agovia, ese silencio incomodo que nos obliga a recapacitar y reflexionar.
Pero no es tan mala la soledad, es bueno tener un poco de paz interior que sirva de nexo entre uno y su mente.
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