El ejemplo mas claro viene de los jefes, incorruptibles, con los valores éticos de la institución en el hombro, que en cada entrevista laboral, salen a poner en alto el nombre de su empresa para luego decirte "te estamos llamando", y uno, dando un manotaso de ahogado acepta lo que sea, por que claro, es una "buena oportunidad" (palabras del jefe). Pero esta manipulacion en realidad tiene una complicidad con nosotros, por que sabemos que el tipo puede pagar mas si quiere pero muchas veces hay que bajar la cabeza y mirar el piso. Entonces, ¿donde esta el problema? Y bueno, el problema está en nosotros, obviamente no digo que en una entrevista de trabajo le exijas al tipo que te contrate o que te pague mas, pero hay veces que este juego (tratando con personas sin cargos superiores) se vuelveperjudicial. Terminamos haciendo cosas que no tenemos ni queremos hacer. Las experiencias de cada uno me darán la razón. Pero este texto no es mas que un recordatorio de que nos tenemos que resignar a saltar del puente con el de al lado, pero hay que saber que tenemos otras chances.
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